La obstrucción oceánica

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La obstrucción oceánica

otro in progress by guillermo piro


El pedófilo/Guglielmo Mondo

Con El pedófilo Mondo nos sumerge en el infierno festivo del subproletariado industrial italiano de los años cuarenta, poblado de ladrones y pordioseros, y vigilado por encima del hombro con una sonrisa asquerosa por una curia pseudoangelical de vírgenes, sacerdotes y obispos.
La meta de Mondo era convertir la rabia y el dolor en fábula, y a la vez salvar un poco de esa rabia y de ese dolor; se mete en la piel, en la mente, en la inocencia maliciosa de sus pequeños héroes, amables delincuentes, y desde este observatorio privilegiado espía, pone de manifiesto vicios cómicos, pecaminosos y atroces, perversiones regocijantes y vilezas de una de las castas más predadoras de la sociedades de todos los tiempos: la curia, justamente.
Dos niños, Armando y Luca, el último de los cuales será el cronista de esta historia perversa, condenados por un hambre atrávico a la sumisión perpetua, son, por encima de todos sus vicios, falsedades y defectos, seres humanos capaces de ternura y dignos de compasión. Novela impertinente, justo es decirlo. El pedófilo es una narración que no está destinada a espíritus timoratos. Los personajes de El pedófilo viven sin saberlo en el mundo de la picaresca y son todos ellos antihéroes llenos de vida y expresividad que contrastan con el personaje que da título a la novela: un hombre perfumado, melancólico, inexpresivo y cruel. El personaje más vacío e inexistente del relato, el símbolo del fascismo por excelencia. El Mal, en suma.

Guglielmo Mondo nació en Roma en 1929 y murió en Rosario, Argentina, en 1986. Desarrolló una intensa labor literaria en varios campos: ensayos, artículos periodísticos, libros de viaje, cuentos y novelas. Entre sus obras destacan Un muchacho como lo demás, Los novios y Amor y anarquía.
           


La luna de los carniceros/Richard Stark

No es verdad que Parker lo único que busca son problemas. Lo único que quiere cuando llega a la Tyler es su dinero, el que él y su amigo Grofield robaron a un camión blindado dos años antes, el de ellos, el suyo. Entonces hubo que dejarlo escondido porque las cosas se habían complicado. Y ahora, con los bolsillos vacíos, quieren volver a reunirse con él.
Pero Parker no busca problemas.
Ni siquiera busca problemas cuando el dinero no está donde lo habían dejado. Y Lozini, el jefe de la mafia local, dice no saber nada al respecto. Lo cual, conociendo a Parker, es otro buen modo de buscarse problemas. Lo extraño es que Lozini parece decir la verdad. Para obtener lo que desean, Parker y Grofield deberán hurgar en toda la ciudad y sacudirla hasta que el dinero aparezca otra vez. Y si todo es complicado desde el principio, más complicado se pondrá después que Grofield haya muerto. O después que Parker crea que Grofield ha muerto. Parker deberá reunir su ejército de fieles seguidores para atacar de una vez y llevarse el dinero.
La aparición de Parker sacará a relucir intrigas políticas y traiciones. Pero nada de eso interesa a Parker y sus "carniceros". Todo lo que quiere es su dinero... y a Grofield.

"Nadie es capaz de describir con mayor maestría que Richard Stark este escenario: el ámbito del crimen y, en él, un antihéroe implacable, obsesionado por una idea fija en un mundo que ignora la moral". The New York Times
           


Asesinos voluntarios S.A./Jim Rosato

¿Qué ocurre cuando cinco desocupados, cinco forajidos sin esperanzas y sin un centavo en el bolsillo deciden aprovechar sus últimas energías a la aniquilación sistemática de los pedófilos de un pequeño pueblo de Arkansas? Muchas cosas. En primer lugar, una pérdida de tiempo considerable midiendo los alcances, las coartadas, los planes y las utilidades. Entrar en acción se parece a un juego de niños, matar a un pedófilo no inspira ningún remordimiento, ninguna culpa. ¿Pero qué ocurre cuando un plan secreto se vuelve causa pública? ¿Cuando esos cinco malvivientes se convierten en héroes nacionales, recibidos en la Casa Blanca por el Presidente de Estados Unidos, fotografiados para las portadas de las revistas femeninas, entrevistados por la prensa y perseguidos por los paparazzi free lance de todo el mundo? La cosa se complica. Pero hay una misión que cumplir, que debe ser llevada a cabo a toda costa.
Jim Rosato (1956) es un abogado de Nueva York dedicado exclusivamente a defender niños víctimas de abuso sexual. Políticamente incorrecto, ha promovido en los últimos años la castración química de los predadores de niños. Asesinos voluntarios S.A., su primera novela, no deja dudas acerca de su talento literario y de su claridad metodológica. Sus argumentos son incuestionables, y a menudo se lo tilda de "despiadado". Pero cuando uno ha trabajado, como lo ha hecho él, como investigador para el gobierno federal siguiéndoles la pista a cadenas de enfermedades venéreas, y cuando uno encuentra que en un eslabón de esa cadena hay un niño de nueve meses con gonorrea rectal, bueno, uno tiene licencia de despiadado.
           


Retratos arbitrarios/Louis Ackroyd

"Las mujeres pueden fingir un orgasmo, pero no pueden fingir esa mirada maravillosa con los ojos abiertos que te dirigen cuando estás haciendo las cosas bien. Y yo quiero hacer algo bien. Quiero ver esa mirada."
Adam Benni deambula entonces por las calles de Las Vegas, pero las mujeres que se cruzan en su camino no son menos víctimas que él, y por lo tanto Adam dictamina que esperar esa mirada de alguna de ellas es tan absurdo e imposible como esperarla de sí mismo. Entonces toma una decisión escalofriante, algo que nunca antes se le había ocurrido.
Louis Ackroyd (Michael Millgate) responde en esta nueva novela al interrogante final de su novela anterior, El libro amarillo: ¿De qué deriva la extraordinaria semejanza entre los dibujos de la Grecia arcaica, los que provienen del Amazonas brasileño y los que son obra de niños? Retratos arbitrarios es más que una anécdota y menos que una historia: es el proyecto imaginario de un monumento al ser humano desconocido.
           


Breviario de idiotas/Ermanno Cavazzoni

Este libro está concebido como el calendario de un mes único: cada día está dedicado y ofrece el relato cruel e indulgente de un santo idiota. Cada personaje sufre y vive, padece y goza, como los santos tradicionales, de sueños absurdos e ideas fijas: el intento de volar en un aeroplano construido con las piezas de un automóvil, un piromaníaco con mala suerte, un hombre aterrado por la velocidad a la que viaja la Tierra, un campesino que ejerce la medicina, un pintor que pinta siempre el mismo cuadro, un mártir que se flagela llevando zapatos que le quedan chicos, un prisionero que pasa, sin advertirlo, dos años en el campo de concentración de Mauthausen, un novelista realista que describe todo lo que le pasa.
Breviario de idiotas son fragmentos, microhistorias, retratos de fenómenos realizados sin esa pretensión globalizante y tranquilizadora que confiere la unidad de trama.
Cavazzoni describe sus personajes como si él también fuera un idiota, evitando cualquier tipo de compromiso calificador, cualquier juicio, cualquier presunción o toma de postura que hiciera levitar sobre las cabezas de sus retratados.
Ninguna de estas historias es inventada: todo, absolutamente todo, es verdadero, incluso los nombres, y provienen de historiales clínicos que recogen transcripciones y diálogos mantenidos con los internados del manicomio de Reggio Emilia.
           


La seducción del mal/James Patterson

"James Patterson enriquece sus novelas con una carga y un estilo inimitable. Absolutamente, uno de mis escritores preferidos."
Gallery Magazine


"La rabia es nafta en el cerebro de Patterson."
Los Angeles Times


"Si sus novelas fuesen todavía más realistas, la sangre les salpicaría la cara. James Patterson es la vara de medida con la que todos los escritores están obligados a medirse."
Seattle Times


"Una novela simplemente perfecta, de un autor justamente idolatrado."
Chicago Sun


"La pluma de James Patterson es como el bisturí de un médico que intenta acabar con la infección del mundo. La seducción del mal es una historia maldita, escrita por un maldito, y es, entonces, una historia de una maldita belleza."
Publishers Weekly
           


Los limones nunca mueren/Walter Tebelman

Las Vegas. Alan Burke, un actor que prefiere ser ladrón antes que prostituirse a Hollywood, llega para discutir un "golpe" planeado por un cierto Myers. Como lo hace habitualmente, paga el tributo a una máquina tragamonedas y saca tres limones. Por esos lados esto es mal presagio, y Burke, que no es escéptico, queda preocupado. En realidad el golpe planeado por Myers es una fantochada, de modo que Burke decide trabajar por su cuenta. ¿Cómo? Del mejor modo que se puede trabajar en Las Vegas: con los dados. Gana, pero el dinero se le escapa de las manos y acaba en las de Myers. Y Burke jura vengarse. ¿Cómo? Matándolo. Pero el caso es que Burke no mata, ni siquiera cuando lo que está en juego es el honor. Lo que prefiere hacer es organizar otro "golpe": el asalto a un supermercado digno de figurar en el "manual del asaltante perfecto". Pero un presagio es un presagio, y aun cuando el golpe salga como es debido Burke volverá a encontrarse con esos benditos limones...
           


Desde estas hermosas playas/Lucía Lucardi

El mundo laberíntico de una oficina estatal madrileña, con sus dramas desconcertantes y humanos entre bambalinas, y la compleja y frustrada humanidad de sus personajes vistos por los ojos de una adolescente, es el centro de esta breve novela de Lucía Lucardi (1906-1967). La protagonista, obligada a ingresar en un mundo que le resulta extraño, espera desde el inicio poder vivir una doble vida que le permita conciliar la existencia cotidiana con sus aspiraciones más secretas. Pero éste se revela prontamente como un verdadero milagro: la nueva existencia le suscita emociones intensas, provoca modificaciones profundas, reacciones inesperadas que, vanamente, cree poder controlar. Y la conclusión de su crisis, un año después, será un nuevo estado de conciencia, pagado con el precio de la madurez.
Escrito entre 1952 y 1953 y llena de referencias autobiográficas, ésta, la última novela de Lucía Lucardi, es el retrato de una adolescente que se vuelve mujer y, al mismo tiempo, el estudio sociológico de una juventud alienada (algo que tal vez sea hoy más comprensible que en el momento de su aparición).
           


Adiós, pelotudo/Dick Falkus

Un drogadicto de color y un psiquiatra. Un psiquiatra interesado en el drogadicto de color porque quiere experimentar nuevas teorías sobre él. Un drogadicto que se presta a ello porque el psiquiatra impide que lo metan en la cárcel y le da la droga que necesita. Y lo básico de la teoría del psiquiatra es la autocomprensión, de modo que lo que consigue es que el drogadicto de color, que es casi analfabeto, escriba su autobiografía. Este libro es su autobiografía.
Excepto que aún hay más. ¿El drogadicto miente? ¿Su único objetivo es tomarle el pelo al psiquiatra? ¿No quiere que el psiquiatra sepa la verdad respecto a él, ni siquiera su verdadero nombre? ¿Qué es sino esa red de falsedades, de mentiras dentro de otras, donde a veces se asoma un poco de verdad? ¿O más bien otras veces dice la verdad abiertamente para que parezca mentira, o cuenta una mentira que sabe que el psiquiatra va a descubrir, pero lo hace con el objeto de que el psiquiatra crea una mentira diferente? Todo eso matizado por las notas al pie tomadas por el propio psiquiatra, en donde explica lo que él cree de verdad y lo que cree que son mentiras y lo que cree que son verdades, o explicando lo que el drogadicto no ha explicado, o defendiéndolo de las acusaciones que el drogadicto se hace a sí mismo y de las que el drogadicto supone que el psiquiatra le hace...
Dick Falkus no sólo ha escrito su mejor novela, sino que ha sentado un precedente legal en Estados Unidos. "Los tribunales han determinado que se puede decir lo que a uno le da la gana en una novela, así que pensé que ya era hora de que fallaran que también podía hacerse lo propio con los títulos, de modo que llamé a este libro Adiós, pelotudo."

Otra novela del autor de No vayas a esa cita y Dolor en dosis, ambas publicadas por esta misma editorial.
           


La comedia de una madre/Antonio Val Stura

Las madres son seres adorables. Pero también siniestros. El argentino Antonio Val Stura exhibe con indesmayable valentía un problema que es nuestro, que nos atañe, que nos involucra. Val Stura se refiere especialmente a las madres de los jóvenes delincuentes que asolan de punta a punta el territorio nacional, y sus frecuentes apariciones en medios televisivos y periodísticos (en igual medida gráficos y radiales), llevando a cabo lo que el autor llama "la comedia de una madre": llorando, aluden a imaginarias confabulaciones, crueles venganzas, y piden a gritos que se haga justicia; que sus hijos, inocentes chivos expiatorios, sean liberados. Comedia.
La comedia de una madre es la historia de un malentendido, de la necesaria labor, o mejor, de la imperiosa necesidad de un detective privado de esclarecer un misterio que parece irresoluble, porque es de esos misterios cuya solución está al alcance de los sentidos, y nada se yergue en pos del establecimiento de una nueva visión, de un nuevo punto de vista. La comedia de una madre es una historia de amor, pasión y verdad. O lo que es lo mismo: es la historia de todas las perfecciones que encarnan las verdaderas madres.

Antonio Val Stura (1959) publicó anteriormente La fiebre (novela, 1988), Tríptico marino (novela, 1993), Que nadie me interrogue (novela, 1996) y ¿A dónde van los paraguas? (cuentos, 1998). Es casado, tiene dos hijos, y vive y escribe en su ciudad natal, Pergamino.
           


Falicus/Frediano Sessi

En lugar de intentar definir esta nueva novela de Frediano Sessi, será mejor contar brevemente su historia. En su origen estaba la idea de crear un personaje dividido en dos personalidades distintas, una especie del sosías dostoyevskiano pero en clave moderna. La novela hubiera debido llamarse Yo y el otro. ¿Pero quién era yo y quién el otro? Yo era yo, el otro era alguien delegado por el yo para relacionarse educadamente con el mundo. Yo miraba y el otro actuaba. Yo y el otro era una novela seria, muy seria, demasiado seria.
Pero el personaje no le gustaba a Frediano Sessi. Le parecía un caso clínico más que un personaje. Ni él ni el otro estaban arraigados en el sentido común, ese elemento indispensable de la narrativa. Sentido común que no debe confundirse con buen sentido; sentido común, o sea, el inconsciente. Reflexionando en serio sobre el personaje neurótico y desgarrado, Sessi se preguntó si en la normalidad existía una escisión comparable a aquella normalidad neurótica. Y entonces descubrió que no sólo existía, sino que, además, siempre había existido, desde el comienzo mismo de los tiempos. Sólo que era necesario cambiar de clave. Ya no la clave seria que se había propuesto en un principio, la más adecuada para describir la neurosis, sino la tragicómica propia de la reducción al absurdo de una escisión natural. Así la novela cambió de estilo. Y de título. Lo que resultó es una novela cómica y se ha titulado Falicus. Lo que resultó es una novela fálica.
Si para la novela el precedente era Dostoyevski, para la novela cómica los precedentes no existen. O tal vez sí, pero en cualquier caso tanto Frediano Sessi como nosotros los desconocemos. De modo que nos es muy grato informar a los lectores que lo que tienen entre manos es la primera novela erótico-humorística de la historia —Les bijoux indiscrets, de Denis Diderot, queda fuera de juego: es cómica, sí, pero con un aire muy diverso.
           


Subiendo a los montes nos hemos extraviado/William J. Curcio

He aquí un hombre sin experiencia colectiva, lo que se dice un individuo. Se encuentra temporariamente en Hamburgo, haciendo una investigación que lo lleva de biblioteca en biblioteca, una investigación de la que nunca obtendremos mayores detalles, porque no importa, o porque...
Un buen día, el protagonista, Alex Pollo, despierta en el asiento delantero del auto de su amante ocasional –una joven bibliotecaria. No es un despertar más traumático que los tantos que ha sufrido en su vida, pero el hecho es que desde ese momento no podrá volver a conciliar el sueño. Nunca más.
Subiendo a los montes... no es otra novela sobre el insomnio: es una novela sobre la superación del hombre por el hombre mismo, o mejor, sobre la incapacidad del hombre de ser "realmente" hombre. A Alex Pollo le está destinado el cementerio común de los ignaros, su nombre sólo conocerá la perpetuación en las guías telefónicas que se conservan en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Alex Pollo debe hacer algo que lo individualice, y no dormir no es suficiente. Tal vez, si cometiera un asesinato...

William J. Curcio ha vuelto a insuflar pasión y desenfreno a su ya conocida producción novelística, que va de ¡Cuidado, Parker! (1960), a El hombre que cambió de rostro (1992). Subiendo a los montes... no es una novela más. Ni siquiera es una novela menos. Es, en palabras de su autor, "la que mejor traduce mis infinitos miedos".
           


Pasa a buscarme/Sonia Titti

El refinamiento extremo, la hondura del análisis psicológico, la elegancia de la escritura son los rasgos esenciales de Sonia Titti, que una vez más incursiona en el alma femenina y narra un viaje: hacia la inexpugnable intimidad de lo femenino, hacia el lugar natal, deslumbrante recreación del ascenso mítico hacia los orígenes.
Para Alejandra, la protagonista de Pasa a buscarme, una actriz en pleno éxito, la pasión hacia su joven amante no es más que la trama visible de una experiencia mucho más profunda que ocurre en una zona secreta de la conciencia, resguardada del mundo exterior por un telón impenetrable y en el cual se entrelazan los infinitos nexos entre el ser y el existir.
Alejandra enfrenta con decisión el dramático encuentro consigo misma, resuelta a no dejarse persuadir por los papeles que el mundo le ha obligado a representar: ya no será la amante-madre-refugio de un joven que, proclamando a cada instante su ingobernable libertad, reclama protección a cada instante. Alejandra regresará a su ciudad natal, que la recibirá fielmente, tendiéndole sus brazos "castos y severos", y sin adormecerla con halagos o falsas promesas le enseñará el duro camino para encontrar la verdad por sí misma. Viaje de retorno y a la vez viaje iniciático: búsqueda y reencuentro del autoconocimiento en un paisaje que es como el ámbito de un teatro simbólico, ese lugar donde el alma, "en esa hora que precede a la oscuridad y en que ni siquiera los grillos rompen el silencio", se vuelve sobre sí misma, se reconoce y se acepta con valentía y gratitud tal como es.

Sonia Titti es autora de varios ensayos sobre literatura mexicana contemporánea y de varias novelas, entre ellas, El libro blanco, Un ómnibus llamado Scania, Estados extraños. Su novela Arte de ingenio, ya publicado por esta misma editorial, la ha situado en la primera fila de los narradores mexicanos actuales.
           


La experiencia inquieta/Henri Lagache

La experiencia inquieta es un libro en el que, con mayor amplitud, aparece un tema esencial en la obra de Henri Lagache: el rechazo de la realidad cotidiana y la reivindicación de la existencia de algo que "está más allá". Este más allá a menudo está propuesto bajo forma de situaciones imaginarias que testimonian, en el poeta francés, la constante e irreprimible necesidad de inventar, a veces con los aparentemente ligeros colores del humorismo, a veces con los de la angustia existencial que el humorismo nunca consigue ocultar completamente. Todo procede de ese lejano espacio interior que es el subconsciente, y que Henri Lagache nunca se cansa de explorar con la minuciosa dedicación de un espeleólogo confiado en sus instrumentos y en su intuición. Pero sus instrumentos son la palabra, la imagen, y sobre todo el atajo de la densidad verbal que apunta a una comunicación esencialmente directa, y con las que consigue hacer brotar poesías breves como gritos o los admirables monólogos Il Sorpasso y Nos vemos en Siberia. En otro plano, y para demostrar como un poeta puede tener al mismo tiempo grandes dotes narrativas, Lagache nos regala un personaje: Alma. A través de las aventuras al mismo tiempo divertidas y amargas de esa muchacha (prototipo de aquello que en literatura se denomina "tipo": una mujer en dificultades, siempre víctima de injusticias e inadaptada a las exigencias sociales, una culpable nata, que en cualquier circunstancia se niega a seguir las reglas), Henri Lagache ingresa a la historia de la literatura por la puerta grande, abierta de par en par por sus contemporáneos.
           


Diccionario de insultos/Enrique Künt

Toda civilización es fruto del pasado, de ahí que resulte imposible comprender el presente sin referirse al legado espiritual de nuestros antecesores. Y ello no responde sólo a una necesidad erudita, sino al imperativo de reencontrar las grandes corrientes de ideas que han conformado el mundo en que vivimos. Este diccionario permite tener un primer contacto con quienes en el pasado desempeñaron un papel fundamental en este sentido, y al mismo tiempo ofrece numerosas citas de autores contemporáneos que han enriquecido nuestro acervo cultural; por lo demás, no se limita al ámbito estrictamente literario, sino que concede especial atención a toda una serie de autores pertenecientes al mundo de las artes, las ciencias, la historia o la filosofía.
Por la amplitud de la información vertida, por la razonada elección de las citas, por su sencilla ordenación alfabética —completada con un útil índice analítico—, la presente obra será de obligada consulta para un amplio público deseoso de enriquecer y completar su formación intelectual.
           


En busca de Sancho Panza/Juan Manuel Ferreira Luque Simplón

En busca de Sancho Panza es la historia de una fascinación incontrolable: la que sobre Juan Manuel Ferreira Luque Simplón —dandy español, hombre simple, bibliófilo y coleccionista de objetos victorianos— ejerció la fantasmagórica figura del personaje cervantino, Sancho Panza, personaje real de una vida extravagante y laberíntica, presidida por las obsesiones de la genealogía, la heráldica y la homosexualidad. Obra maestra del arte de la biografía —"experimento biográfico", en palabras del autor— En busca de Sancho Panza reconstruye la apasionante investigación casi detectivesca mediante la cual Ferreira Luque Simplón rescató en las huellas dejadas por Sancho Panza, paso a paso, el perfil de un personaje y su propio entorno: enigmático, lúgubre y lujoso, como una colección de puñales. Uno de los grandes libros iniciáticos de nuestra época y uno de los clásicos secretos que configuran la otra faz de la admirable tradición literaria española en una indagación casi policial que constituye a la vez una prospección social, cultural y psicológica trazada con la mano maestra de un virtuoso de la biografía.
           


La muerte de Mozart/Hans Magnum Martinez-Léger

La repentina muerte de Mozart dio inmediatamente lugar a toda clase de especulaciones, y enseguida empezaron a circular rumores de envenenamiento. Junto con las noticias que vinculaban su muerte a la hidropesía no faltaba quien pensara que había sido envenenado. Al hijo de Mozart, Carl Thomas, le pareció extraño, incluso sospechoso, que el cadáver de su padre se hubiese hinchado de esa manera. Con el paso del tiempo, sin embargo, la teoría del envenenamiento cayó en el olvido. La esposa de Mozart, Constanze, no parece haberle dado crédito en ningún momento, aunque afirmaba que Mozart tenía esa convicción. Sin embargo en la década de 1820 un suceso dramático resucitó la teoría del envenenamiento de una forma especialmente sensacionalista.
Martinez-Léger, después de años de investigación en Berlín, Praga y Viena, ha recopilado y analizado minuciosamente todos los testimonios existentes en relación a tan álgido tema. Ha llegado a una conclusión interesante, tan es así que su investigación le valió ser internado en el hospicio de Jungborn, al este de Praga, donde reside actualmente. Detrás de las rejas, Martinez-Léger (París, 1926) se niega a conceder entrevistas. Por medio de una solicitada publicada en varios diarios europeos acaba de anunciar que está terminando una historia del clasicismo vienés en donde conjetura que dicho movimiento nunca ha existido como tal y que debería conocérselo con el nombre de "clasicismo budapestiano". "No tengo nada que perder —dice Martinez-Léger en esa solicitada—: no puedo caer más bajo. En agosto de 1997 estará en las librerías. Ya van a ver."
           


A partir de hoy/Solange Marriot

Si clasificar una obra siempre es difícil, esta dificultad se multiplica en el caso de A partir de hoy, donde Marriot riza el rizo de la paradoja, su recurso narrativo-especulativo favorito.
La obra de Marriot es una narrativa del conocimiento, entendido en el mismo sentido en que la poesía de Valery es una poesía de conocimiento: más que el tema, lo importante es la reflexión gnoseológica implícita (o, en algunos casos, explícita). Más que lo descrito lo que interesa es el hecho mismo de describir, la meditación sobre la forma de interpretar, estructurar y transmitir lo descriptible.
Marriot se ha ganado un puesto entre aquellos autores que nos obligan a enfrentarnos con la fragilidad de los presupuestos de nuestra cultura y de nuestra pretendida lógica: Kafka, Lewis Carroll, Lovecraft, Biserbe, Armand... cada uno a su manera nos recuerda que la aparente solidez de nuestras estructuras mentales pueden desmoronarse sin previo aviso... y sin el menor ruido. Y Marriot hace lo propio de una forma que está directamente ligada con la moderna filosofía, como corresponde a una época en que los filósofos han tocado el fondo y empiezan a escarbar en él.
Decir que A partir de hoy es una colección de textos imaginarios no es más que describir el pretexto argumental o el recurso expositivo: tan vacío como decir que La metamorfosis de Kafka o Háblame ahora de Biserbe son parábolas. Como las anteriores obras de Marriot —desde AA – BB = X a El éxtasis material, pasando por el delirante Diario de una espada—, A partir de hoy constituye una profunda e irónica reflexión sobre la realidad y nuestra forma de interpretarla, realidad que, según Marriot, nos conduciría al suicidio si la literatura no nos permitiese posponerlo.
           


Silencio/Art Lovenia

March, un marinero, vuelve a su pueblo natal después de la guerra. Han pasado seis años, es el invierno de 1952. En esa abandonada comarca boscosa vive en la choza donde su padre se ha suicidado y, como él, se dedica a la alfarería. El pueblo se llama Schweigen (Silencio) y está habitado por unos seres cerrados y poco amistosos, comandados por una pandilla de borrachos violentos y supersticiosos. A la salida del pueblo se ven las ruinas de una vieja fábrica de ladrillos, rodeada por una franja donde el pasto se seca en primavera y reverdece en invierno. Algún cataclismo se avecina: tormentas, ruidos extraños y derrumbes señalan la presencia de un mal creciente. Una serie de muertes misteriosas sirve como pretexto para hacer del solitario marinero un sospechoso. Pero hay otro extraño en el pueblo, el fotógrafo Konrad. Por sus muchos crímenes, Konrad se ha transformado en una persona de extrema sensibilidad, en una "avería en el casco del mundo" por donde puede entrar el terror, porque se ha vuelto capaz de comprender el fracaso de la Creación. Algunos creen ver un lobo rondar por el bosque, algo espanta a los perros y a los caballos, cinco niños dicen haber visto al Diablo y luego desaparecen, no se sabe más de ellos. ¿Quién romperá el hechizo de Schweigen?
Esta novela, que escondida detrás de un cuento de fantasmas podría considerarse una obra religiosa escondida a su vez detrás de una novela policial con ribetes de folletín amoroso de principios de siglo, ha sido saludada por Friede Kenilej como "la primera novela radicalmente moderna de la posguerra" y "una de las grandes novelas de la literatura universal", que no es poco decir.
           


Las bastardillas son mías/Jana Cerna

Desengañada, cruel en ocasiones, con una lucidez suicida, la que fuera la hija de Milena, la amante de Kafka, evoca en estas páginas —escritas en su mayoría en un camarote del Rajputana durante su forzoso traslado por el Danubio desde la Selva Negra a Budapest— la imagen de quien, a la cabeza de los revoltosos praguenses, llevó la rebelión hasta las puertas mismas del Kremlin.
Memorias en carne viva, Jana desentraña la política de las potencias que condicionó lo que ella considera el fracaso de aquel sueño, y entra sin piedad en su propia vida y en los abismos de su sexualidad. Al mismo tiempo estas memorias son un apasionado testamento de la época que le tocó vivir, así como una magnífica galería de retratos de todos los grandes hombres que hicieron posible ese pedazo incendiado de la historia (Trotsky, Stalin, Churchill y, junto a todos ellos, tantos y tantos personajes, revolucionarios, políticos, artistas... sin omitir algunos nombres más secretos que constituyeron para Jana Černa el amor, la desesperación y el deseo).
Libro fundamental para comprender qué sucedió en realidad, quién era verdaderamente Jana Černa (Honza), los espejos desgarrados de su personalidad, así como el complicado mecanismo de su rebelión. Estas páginas estremecedoras están al mismo tiempo bañadas por el hechizo de la libertad y la soledad de Praga, único lugar donde Jana creyó posible alzar su bandera de desafío a la mediocridad, la mentira y la hipocresía.
           


Sor Atarassia/J. R. Wilcock y F. Fantasia

He aquí dos hombres, uno que intenta introducirse en el mundo literario y otro que trata a toda costa de abandonarlo. Uno joven y otro viejo. Uno sabio y el otro con buenas intenciones. Hay que barrer el polvo. Pero barrer el polvo no es hacer tabula rasa. Barrer permite ver mejor lo que hay en la habitación. Los autores reconocen haber aceptado el escobazo histórico y ver mejor la realidad. Para romper definitivamente con una cierta manera de escribir hay que empezar rompiendo con el concepto clásico de ruptura. Buenos propagandistas de su propia obra, los autores no dicen que este es un libro, sino que es UN LIBRO. El público lector ataca diciendo que ése es un simple juego de versales, y los autores responden que quien dice nuevos contenidos debe decir nuevas formas; J. Rodolfo Wilcock agrega que quien dice formas nuevas debe decir nuevas relaciones entre contenido y forma; F. Fantasia, que quien dice nuevas formas debe decir nuevas relaciones entre forma y contenido. Mucha gente se plantea hoy muchas cuestiones dando muchas respuestas. Para dar las respuestas que corresponden a la situación mundial actual hay que empezar aprendiendo a plantear de un modo distinto las cuestiones más simples. De lo contrario, tanto en la literatura como en cualquier otro terreno pasible de ser escenario de luchas sociales, sólo se sabe responder de manera antigua a cuestiones completamente nuevas. Hablar de Sor Atarassia es hablar de su proceso histórico de producción, así como hablar de Frau Teleprocu o de La boda de Hitler y María Antonieta en el infierno —los anteriores libros de este dúo dinámico— hay que situarse en el contexto de las luchas ideológicas llevadas a cabo por los movimientos fascistas franceses e italianos entre los años 1957 y 1970, que llevaron a los autores a oponerse oportunamente al italianísimo dolce stil novo.
"No abandonaremos este terreno —dicen ellos—, para hablar de los demás hay que tener la honestidad y la modestia de hablar de uno mismo. De eso se trata. La novedad consiste en no hablar de uno mismo, sino de hablar de sus propias condiciones sociales de existencia y de las ideas que derivan de ello. Hablar de uno mismo, sí, pero para escuchar mejor y con más claridad la voz de nuestras respectivas madres, que nos hablan desde el más allá con sus sutiles e intensas voces que nos recuerdan, cuando el tiempo permite oír con claridad lo que acontece en la lejanía, el graznido colectivo de una bandada de gansos salvajes..."
           


El Capitán Pearls/Dick Francis

El personaje principal de esta novela es el capitán de un submarino que parte a una expedición de dos meses bajo el polo norte. Su gran fantasía es que él es un gigante de las belles lettres, alguien así como Carlyle, a quien admira. Su máximo sueño es que dentro de trescientos años uno de los grandes logros literarios del siglo veinte, custodiado, valorado, deseado y recordado por todos, será su cuaderno de bitácora. Así que lo llena de crítica literaria y verso libre y ensayo político y aforismos, mezclándolo con las anotaciones normales de un cuaderno de bitácora, latitud y longitud y velocidad y listas de enfermos y bajas. Y todo eso lo escribe con frases floridas, como si lo estuviese haciendo con una pluma de ganso. De hecho el capitán se llama Pluma de Ganso. Y lo que escribe, su cuaderno de bitácora, no es otra cosa que el libro El Capitán Pearls.
Lo que Dick Francis ha hecho ha sido escribir un libro que no cuenta en absoluto lo que pasa en un submarino.
Ha escrito un libro que no es un libro.
           


Milly/Carol Darnoc

Milly representa la dulce paloma cuyas alas serán fatalmente truncadas por una misteriosa e implacable enfermedad.
En su búsqueda constante del placer revela una sensibilidad extrema, capaz de alejarla de toda falsedad y engaño.
Sus días están contados, y sus ansias de vivir la llevarán a no prestar atención a lo que su “extrema sensibilidad” le sugiere.
La búsqueda del ansiado placer le hará vivir los peores días de su vida.

La sutileza y el refinamiento que caracterizan el arte de Carol Darnoc convergen magistralmente en esta novela, que escribió en 1902, pero que no vio la luz hasta 1983.
El análisis atento y pormenorizado de la psicología de los personajes hace resaltar con mayor fuerza y espontaneidad la figura de esta joven dama, Milly, holandesa, como la autora, enfrentada a las insidias de una sociedad ya caduca, ya irremediablemente sin valor moral ni integridad.
           


Siento escalofríos/H. M. Tornsdorf

Después de No me lo digas, publicada en 1961, y aclamada unánimemente como la novela más notable de la década, H. M. Tornsdorf ha escrito Siento escalofríos, que ha corrido la misma suerte que la primera.
Bob Slocum es, aparentemente, un hombre envidiable. Prototipo del ejecutivo medio, obsesionado por el status, la vida parece ofrecerle oportunidades sin límite.
Su familia está compuesta por una atractiva mujer y tres hijos. Tiene además una "amiga" y lo que él llama su "harén errante", que se compone, entre quinceañeras precozmente prostituidas y veinteañeras que él intenta a toda costa prostituir, por una prima suya y... por su suegra. Todo lo que a primera vista aparenta ser tan positivo deja de serlo y va, poco a poco, transformándose en angustia, en miedos infundados, en pesadillas eternas. La posibilidad de ser destituido de su jerarquía, el temor de no poder acceder a los lugares donde se toman las decisiones, el odio de sus superiores, todo eso mezclado con el desmoronamiento de su vida familiar y sentimental, constituye para Slocum un motivo de constante aflicción.
Como si fuera poco, un amigo quiere filmar una película "cinema verité" contando su vida. Y lo persigue a diario. Filma sus encuentros amorosos, graba sus tramas laborales, registra sus complots con lujo de detalles. Cuando el film está concluido, entonces, aparece lo inesperado: el chantaje.
El libro es un extraordinario y sarcástico soliloquio donde desfila la vida de un hombre común y su proyección en la realidad a través de su propia conciencia. Cada uno de los hechos importantes o minúsculos de su existencia está narrado magistralmente por el mismo protagonista.
Treinta semanas en la lista de best-seller del New York Times. 1.800.000 ejemplares vendidos en Estados Unidos.
           


Andando a las disparadas/Harry Kerr

Nadie puede imaginar que hace ese hombre desgarbado, con la ropa hecha harapos, una valija en una mano y una pipa de loza colgando de la boca por esa ruta desierta que transita con la melancolía del que ha perdido el último tren que lo llevaría al destino que tanto anhela. ¿Qué hace? Ese hombre huye —como todos, por otra parte. Y, como todos, no sabe muy bien de qué. Concretamente, este tragasables de circo, este trastorno ambulante, no recuerda algo; y esto lo perturba enormemente, pero por un corto espacio de tiempo: "¿Acabo de salir de un manicomio o de hacer el servicio militar?", se pregunta al inicio del libro. Hasta que comprende que formularse esa pregunta no tiene demasiado sentido, al menos por el momento. Y continúa su travesía.
La sucesión de historias que sigue a esta encrucijada, en donde el personaje en cuestión se topa con un velocipedista, un hombre que habla (o parece hablar) a través una arruga que tiene en la frente, son infinitas, y para narrarlas (así como para dibujar el mapa perfecto del planeta se necesitaría un papel que tuviera la extensión de éste) se necesitaría, simplemente, de una novela para contarlo.
Engaños, asesinatos, orejas mutiladas encontradas al azar en la arena y muchas otras cosas hacen de esta primera novela del genial Harry Kerr —que el público norteamericano conoce bien por sus incisivas y temibles apariciones radiales en el programa de Mathew Ford, donde Harry posee un espacio, desde hace ocho años, dedicado especialmente a defenestrar cualquier aparición novedosa en el frondoso ámbito de la literatura de América del Norte— el acontecimiento literario del año. "No me gusta la originalidad: creo, como el vizconde de Chateaubriand, que ser original no consiste en no imitar a nadie, sino en ser imposible de imitar."
Esta novela demuestra como se puede ser, al igual que el vizconde, original y genial a la vez.
           


Dilo con flores/Donald Westlake

A veces la vida se vuelve tremendamente complicada. Ya sea porque decimos algo de lo que más tarde nos arrepentimos, o hacemos algo sin saber por qué lo hacemos, o se acumulan las cosas y todo el mundo habla al mismo tiempo y los paquetes que llevamos en las manos se nos caen... o porque, como le sucede al protagonista de esta novela, tenremos la mala ocurrencia de poner un maniquí femenino desnudo, perfectamente maquillado y abierto de piernas, sobre el capot de un Chevrolet Impala estacionado al costado de una autopista de Long Island... Las consecuencias de esa broma es un choque de diecisiete autos en la que resultan heridas veintitantas personas, incluidos dos miembros del Congreso de los Estados Unidos —y las dos señoritas que los acompañaban.
¿Pero de qué otra forma puede comportarse un desgraciado al que la suerte ha sentenciado con el nombre de Harry Wommit?
Recurriendo a su imaginación, llevando a cabo las bromas más disparatadas, haciendo que el mundo acabe resultando un poco más cómico. El mundo incluye la cárcel, adonde Harry se ve recluido después de su broma de la autopista. Y aquí nuestro personaje, con toda la ingenuidad y toda la astucia, se ve envuelto en una aventura delirante, que incluye el robo a una base militar y a dos bancos... al mismo tiempo.
En Dilo con flores la huella de Westlake es notable: el gusto por lo imprevisible, lo paradójico, aquello que, una vez abierto el libro, nos impide contener la risa y el llanto.
           


Hora 25: muerto que escapa/Tucker Coe

Desde el nacimiento de Aloysius Eugene Engel transcurrieron veintinueve años, cuatro meses y tres días, cuando Nick Rovito le anuncia que deberá profanar una tumba. Acaban de sepultar a Charlie Brody, un miembro de la Organización de la que Nick es el jefe. Aloysius, brazo derecho de Nick, está volviendo a casa después del sepelio cuando el jefe le susurra al oído la orden macabra. ¿Pero por qué tener que profanar una tumba tan reciente? El hecho es que Nick Rovito descubrió, tarde, que Charlie fue sepultado llevando consigo una campera azul, la misma que llevaba en ocasiones especiales... una campera especial, rellena (a la ida) de billetes, y (a la vuelta) de preciosa heroína. También Nick lamenta tener que molestar el sueño de Charlie, aunque, en realidad, tampoco es un sueño, pero le parece una insensatez dejar bajo tierra todo ese capital. Así toca a Al Engel recuperar la campera. Pero la cosa se complica y el joven se encuentra obligado a afrontar situaciones absolutamente imprevistas. Y a formularse algunas preguntas.
Por ejemplo: ¿dónde fue a parar la maldita campera?
           


Rescate/Ashi Tito

...y entonces, al girar sobre mis talones para recoger las valijas, la vi, y el primer pensamiento que acudió a mi mente fue: ¿y si mayo fuera el mes más largo?

Ashi Tito nació en Pekín, hijo de campesinos emigrados a la ciudad. Desempeñó en su vida los más variados oficios. Ésta, su primera novela, aparecida en agosto de 1936, fue escrita —así como las otras cinco que componen su tetralogía del mar, cinco novelas que narran todas ellas naufragios ocurridos en el tormentoso mar de la China—, mientras trabajaba como portero de un importante hotel de su ciudad natal.
En Rescate, Bejin, el protagonista, marinero de un buque de pasajeros, se enamora de una condesa italiana que ha terminado de escribir una novela y se promete unas apacibles y exóticas vacaciones. Desea abandonar por un tiempo el intrincado mundo de la invención literaria. El amor de Bejin le deparará, empero, aventuras aún más misteriosas y extrañas que las de su propia imaginación.
Serán ellos los que, sin advertirlo, conducirán la nave hacia la catástrofe.
           


La obstrucción oceánica o El gran tapón del Atlántico/Serge Baffin

La obstrucción oceánica no es otra cosa que el inmenso tapón que evita la pérdida irremediable del entero Atlántico, que apagaría el núcleo planetario, cuando lo hubiera alcanzado, "con la misma simpleza y despreocupación con que un operario apaga el fósforo que nunca llegará a quemarlo". Ubicada en los fríos parajes del gran norte canadiense, su estructura ramificada, capaz de soportar las inmensas presiones marinas, se retuerce a través del lecho abisal en un laberinto locamente complicado de subterráneos y jardines, de oficinas, dormitorios y campos de golf. Piller, periodista norteamericano, llega a visitar el complejo. Pasará allí cincuenta horas, repartidas entre la zona neutral, la zona norteamericana y la zona francesa, entrevistando a viejas glorias científicas y a burócratas que reglamentan la "autosuficiencia" y descubriendo los más secretos horrores ecologistas.
Los viajes son siempre una aventura; las rutas siempre están cerradas. Trazado en el mapa, el camino sin embargo parece especial, original, y cada cual puede recorrerlo a su manera. "La lógica era la ciencia, la teoría el método. Energúmenos. Principales y subordinadas; hipótesis y conclusiones. Energúmenos. En el periódico, los mismos titulares, el mismo tipo de operaciones, la misma pantomima de rigor. En menos de nueve años algunos buenos espíritus hicieron una pequeña revolución de palacio: la cosa consiste en sumergir en la historia toda la colección de clasificaciones abstractas —¡y cuánto más abstractas mejor!— y desde allí conseguir una lograda ilusión de concreto. Energúmenos. Así nació la ecología, así nacieron un poco más tarde los ecologistas, esos energúmenos benditos que se cuidan de no tirar al piso el papel arrugado de un caramelo, que sueñan con un mundo en donde bailan, rodeados del verde candor de la clorofila, elfos y hadas madrinas, pero que no dudan un instante en hacer derrumbar, por ejemplo, la pista de alta velocidad del autódromo de Monza, el Coliseo del siglo de la velocidad", dice Piller.
Serge Baffin nació en Limoux, Francia, en 1951. Estudió matemáticas y astronomía en Breslau, Alemania. Fue empleado de comercio, y desde 1988 vive retirado en su ciudad natal. Ha publicado entre otras obras una biografía de Chateaubriand, un estudio sobre la obra de Jules Verne, y dos novelas: El vigía del fuego (1985) y El libro de las fugas (1987).